La importación de un coche de Alemania obliga al pago de una serie de impuestos. El IVA, el impuesto de circulación, el de matriculación o las tasas correspondientes a la realización de la Inspección Técnica de Vehículos serían algunos de los impuestos o pagos que ineludiblemente van asociados a una transacción de este tipo.

A continuación vamos a explicaros con detalle qué impuestos deben pagarse, a qué organismo y en cuál de los dos países deben hacerse los pagos cuando se adquiere un vehículo en el país teutón para traerlo a España.

¿Qué impuestos se pagan al comprar un coche en Alemania?

Impuestos y tasas a pagar en Alemania

Como toda transacción comercial realizada en territorio europeo, la compra obliga al pago del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Éste debe pagarse única y exclusivamente en el país en que se realiza la compra, por lo que no deberá abonarse nada por este concepto a la Hacienda española.

El IVA, en este caso, es del 19%. Eso sí: para no tener que pagar este gravamen en nuestro país es necesario que el coche comprado tenga más de 6 meses de antigüedad o haya recorrido más de 6.000 kms. Si no es así, se entiende que el coche es nuevo y, por tanto, se obliga al comprador al pago del IVA en España.

Los grandes discapacitados pueden solicitar un tipo impositivo súper-reducido del 4% a la hora de pagar este gravamen.

Cuando la venta la realiza un concesionario, éste entrega al comprador una factura en la que se refleja el pago del IVA intracomunitario. En los casos en los que la venta la realiza un particular esa factura no existe. En esos casos, el vendedor y el comprador firman un contrato de compraventa siendo el segundo quien está obligado a pagar, una vez en España, un impuesto de transacciones entre particulares. Para proceder al pago de dicho impuesto deberá presentarse una traducción jurada del contrato de compraventa.

Antes de sacar el coche de Alemania es necesario que el mismo pase una inspección técnica. Si se compra en un concesionario, lo más habitual es que esa inspección esté realizada. Si se compra a un particular, el comprador deberá encargarse con toda probabilidad de que dicha ITV se realice. Para ello deberá desplazarse a algún centro autorizado. En dichos centros se revisan una serie de puntos básicos relacionados con la seguridad del vehículo y también los gases del escape. Para que el centro autorizado realice dicha revisión técnica es necesario, lógicamente, pagar la tasa estipulada.

Otro de los requisitos que deben cumplirse consiste en disponer de unas placas de matrícula provisionales y de un seguro temporal que sirva para cubrir cualquier imprevisto que pudiera suceder antes de que el vehículo y su documentación estuviesen completamente regularizados en España.

Para obtener esa matrícula temporal hay que acudir a una oficina de matriculación y aportar una serie de documentos entre los que figuran los papeles del coche, los certificados de revisión y de revisión de gases, el certificado de seguro temporal (que cuesta también alrededor de 100 euros) y el Pasaporte o DNI.

Una vez realizados estos trámites y pagadas las tasas y gravámenes indicados anteriormente, el coche puede ser trasladado a nuestro país.

Impuestos y tasas a pagar en Alemania

Impuestos y tasas a pagar en España

Una vez el coche llega a nuestro país, el comprador debe hacer frente al pago de otra serie de impuestos y tasas.

Para empezar, el vehículo debe volver a pasar una inspección técnica. En estos casos, lo que se pasa es una modalidad específica de ITV en la que, aparte de los controles habituales de luces, frenos, amortiguación, etc., se mide y se pesa el vehículo.

En esta inspección se comprueba que los datos resultantes de la misma coinciden con los que figuran en la ficha técnica alemana o, lo que es lo mismo, en el Certificado de Conformidad del vehículo.

Tras dicha inspección, y transcurridos alrededor de siete días, la estación de ITV (a la que se ha pagado una tasa que ronda los 110 euros) expide la ficha técnica del vehículo.

Tras ello, aún quedarían varios impuestos y tasas que pagar en España.

Uno de ellos es el Impuesto de Matriculación. Para pagarlo hay que rellenar el Modelo 576 de la Agencia Tributaria (AEAT). La cuantía de este gravamen depende de varios factores. El grado de contaminación del vehículo y el año de fabricación del mismo serían dos de ellos. La AEAT dispone de unas tablas para ajustar el precio a pagar en función del modelo de coche, antigüedad, etc. El Impuesto de Matriculación tiene descuentos para casos de invalidez, familia numerosa, etc.

Otro de los tributos que hay que pagar cuando se importa un coche de Alemania es el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Esta tasa, de carácter municipal, recibe popularmente el nombre de “impuesto de circulación“. Para pagarlo no es necesario disponer de la matrícula española. Basta con solicitar una liquidación extraordinaria al Ayuntamiento. La cuantía de este tributo depende de las características técnicas del vehículo.

Una vez pagados todos estos impuestos y tasas y en posesión de una ficha técnica definitiva y con una matrícula asignada, el comprador podrá encargar las placas de matrícula correspondientes para su coche. Instaladas éstas, los trámites de importación de un automóvil de Alemania habrán finalizado.

Impuestos y tasas a pagar en España