Compresor de aire
Bomba de aire de pedal
Los hinchadores de rueda tanto eléctricos como manuales comienza a ser un elemento imprescindible a guardar en el maletero del coche. Primero porque en las gasolineras siempre hay cola y casi ninguna sigue siendo gratuita por lo que utilizar el compresor te costará como mínimo 1 euro cada vez que tengas que inflar. Segundo porque los coches cada vez se ponen más pesados con la presión de las ruedas y el chivato no hace más que avisarnos que falta presión por lo que en un par de minutos lo solucionas teniendo un hinchador propio. Y tercero porque además sirve para hinchar pelotas, literalmente por lo que si tienes hijos aficionados al fútbol, baloncesto, balonmano u otro deporte de balón, tienes un motivo de sobra para comprarte uno.
Y por lo que cuestan, mejor que compres uno eléctrico que es más preciso, robusto y requiere menos esfuerzo. De hecho hay que son más económicos que los manuales.
Consejos para inflar los neumáticos de un coche
Los neumáticos son una de las partes más importantes de un coche. Son ellos los que permiten que el coche pueda desplazarse y son también ellos los encargados de proporcionar estabilidad, adherencia y confort. Los neumáticos son, pues, parte imprescindible del sistema de seguridad de un coche y actor principal en funciones como la tracción, la amortiguación y la dirección. Es por todo ello por lo que los neumáticos deben estar siempre en buen estado y deben tener una presión de inflado correcta.
Un neumático desinflado o con una presión errónea es un neumático que no cumple correctamente con su función y que, por tanto, no garantiza ni nuestra seguridad ni la de los peatones y el resto de los conductores. Por eso es necesario controlar de manera periódica la presión de los neumáticos e inflarlos de tanto en tanto. Para ello, y siempre que no deseemos acudir a una gasolinera, podemos contar con la ayuda de dos complementos del automóvil: las bombas de aire a pedal y los compresores de aire para coches.
A continuación vamos a explicarte cómo utilizar estos instrumentos para inflar las ruedas del coche y dar a las mismas la presión correcta.
¿Qué presión deben tener los neumáticos?
Una presión de las ruedas correcta garantizan dos factores: un buen consumo y un tiempo de frenado óptimo. Los neumáticos con una presión incorrecta no frenan como debieran.
La presión se mide en bar y el valor que los fabricantes de coches prescriben para sus llantas suele oscilar entre los 2 y los 2,4 bar. Para saber qué nivel de presión necesitan las llantas de nuestro coche basta con mirar el manual de instrucciones que cada fabricante tiene para cada modelo. Si lo miramos, comprobaremos que es muy habitual que las ruedas delanteras y traseras tengan un valor ideal de presión diferente.
Llevar las ruedas con una presión inferior implica que las llantas se desgasten con mayor facilidad y que el coche consuma más combustible. Lo más recomendable es revisar la presión de las ruedas cada dos o tres meses. Hay que tener en cuenta que, cuanto más se utiliza un coche, más suele disminuir la presión de sus ruedas.
¿Cómo medir la presión de las llantas?
Antes de proceder a inflar las ruedas debemos conocer su presión. Para ello utilizaremos el manómetro. En las gasolineras, este utensilio está enganchado en la pistola neumática del compresor. Si, por el contrario, vamos a proceder a controlar el inflado de las ruedas en nuestro garaje o sin acudir a una gasolinera, deberemos utilizar el manómetro que suele estar incluido en los compresores de aire para coche. Si se diera la circunstancia de que nuestro hinchador de ruedas no estuviera equipado con el manómetro, deberíamos comprar uno.
Para medir correctamente la presión de unas llantas conectaremos el manómetro a la válvula de la rueda cuando el motor y las ruedas estén frías. Una rueda caliente da una lectura alterada de su presión.
¿Cómo inflar los neumáticos del coche?
Para inflar las ruedas de un coche emplearemos, tal y como hemos indicado antes, o una bomba de aire (aparato que funciona con un pedal) o un compresor portátil (habitualmente necesitan una alimentación de 12 V). Lógicamente, con este segundo tipo de inflador de llantas, que puede conectarse al sistema eléctrico del coche a través del mechero, realizaremos un inflado de las ruedas más rápido que mediante el sistema de la bomba a pedal.
Una vez tengamos a mano el inflador de ruedas portátil, procederemos a quitar los tapones de las válvulas de las mismas. Al quitarlos debemos asegurarnos de dónde los ponemos, pues no seríamos los primeros que pierden alguna válvula al realizara el inflado de las llantas.
Una vez quitado el tapón de la válvula, conectaremos a la misma la bomba de pie o el compresor. Una vez empecemos a pisar el pedal de la bomba o activemos el compresor, debemos sentir el ruido que realiza el flujo de aire. Si ése es un ruido incontrolado es porque no hemos conectado bien el inflador a la válvula. En este caso, la rueda no estaría inflándose de una forma correcta. Estaría entrando en ella poco aire y el proceso de hinchado se haría más lento.
Mientras inflamos la rueda debemos mirar el manómetro para, así, saber cuándo el neumático tiene la presión idónea. Si, al inflar los neumáticos, nos hemos pasado de presión y hemos metido en ellos más aire del que debíamos, presionaremos la punta de la válvula con un objeto pequeño para, así, sacar de las llantas el aire que hayamos metido de más.
Una vez que hayamos alcanzado la presión correcta, desconectaremos el inflador de llantas y taparemos las válvulas con sus tapones correspondientes. Nuestros neumáticos, entonces, tendrán su presión correcta y nosotros podemos circular con la seguridad que siempre proporcionan unas ruedas en perfecto estado e hinchadas correctamente.