Reparación faros delanteros
Reparación faros traseros
Lavado faros
Dale de nuevo brillo a tus faros delanteros, evita cambiar tus faros traseros por una pequeña rotura. En nuestra sección dedicada a los faros del coche, te ofrecemos soluciones rápidas y baratas para alargar la vida de estos componentes tan importantes del automóvil.
¿Cómo podemos restaurar los faros de un coche?
Los faros del coche acaban siendo afectados por el paso del tiempo. La suciedad de la carretera, las inclemencias meteorológicas y los roces acaban haciendo mella en ellos. Más allá de su función estética, tan presente en los diseñadores de modelos de automóvil, los faros cumplen una misión fundamental: alumbran la carretera de noche y cuando las condiciones de visibilidad disminuyen, por ejemplo, a causa de la niebla o de la lluvia. Por eso es necesario mantener siempre los faros de nuestro en buen estado. Para ello, es necesario restaurarlos de tanto en tanto. A continuación vamos a explicarte qué productos hay que utilizar y qué pasos hay que seguir para restaurar los faros de un coche.
Productos para pulir los faros de un coche
Las cubiertas de los faros de los coches se van volviendo opacas con el paso del tiempo o, cuanto menos, amarillean. Este proceso es irremediable, ya que la capa exterior del plástico transparente que cubre la óptica del automóvil va perdiendo poco a poco su acabado traslúcido. Al hacerlo, dificulta que la luz emitida ilumine la carretera como es debido y, por lo tanto, reduce drásticamente nuestra seguridad al volante.
Para evitar ese riesgo tenemos dos soluciones: cambiar el faro (ésta es, por supuesto, la solución más cara) o pulirlo. Pulir los faros de un coche es una opción sencilla y barata que permite devolverles su operatividad.
Para restaurar los faros de un coche debemos comprar un kit de restauración de faros. Los packs de este tipo incluyen todos los materiales necesarios (pulimento, lijas de varios granos, esponja de pulido, cinta…) y las instrucciones que debemos seguir para hacerlo. Si optáramos por comprar dichos materiales por separado, deberíamos tener los siguientes elementos:
- Cinta de carrocero
- Pulimento líquido con siliconas
- Trapo o bayeta que no deje pelusa ni pueda rayar
- Lijas de grano 400, 1.000 y 2.000
- Taladradora de velocidad variable
- Discos de lana
- Agua
Pasos para pulir los faros de un coche
Una vez tengamos los productos necesarios, ya podremos proceder a realizar la restauración de los faros. Para ello seguiremos los pasos que vamos a indicar a continuación.
El primero de ellos, fundamental, es limpiar bien el faro que se va a pulir. Teniendo en cuenta que es un elemento muy expuesto y que sufre muchos pequeños impactos (mosquitos, suciedad, etc.), deberemos realizar una limpieza bastante profuda. Para ello emplearemos agua, jabón y una esponja suave. En las tiendas de complementos del automóvil podemos encontrar jabones y productos específicos para lavar los faros de un coche.
Cuando hayamos acabado de limpiar el faro, le pasaremos un paño impregnado en alcohol. Después utilizaremos la cinta de carrocero para proteger los bordes de la carrocería que están junto a la óptica del vehículo.
Una vez estén todos esos bordes protegidos procederemos a lijar al agua el faro. El lijado del faro de un coche debe realizarse empezando con una lija de grano grueso. Con ella eliminaremos arañazos e irregularidades. Una vez que el resultado sea homogéneo, realizaremos pasadas sucesivas con lijas de grano más fino.
Esta operación de lijado de los faros puede realizarse a mano o con herramientas eléctricas rotativas. Eso sí: hay que tener cierto dominio de este tipo de maquinaria. Una velocidad de rotación excesiva o una presión demasiado intensa sobre el faro podría provocar que éste se deformara y tuviera que ser cambiado obligatoriamente.
Una vez lijados los faros, procederemos a realizar la faena de pulido. Ésta, lógicamente, se realizará con la pasta de pulido que vendrá en el kit de restauración de faros o que habremos comprado por nuestra cuenta.
A la hora de aplicar la pasta de pulido podemos optar por colocarla directamente sobre la óptica del vehículo o por aplicarla sobre una esponja. Tanto si la aplicamos de una forma como si la aplicamos de otra, realizaremos con la esponja sobre el faro movimientos circulares muy suaves. Las pastas de pulido poseen micropartículas abrasivas y éstas se encargan de acabar con las pequeñas irregularidades que hubiesen quedado en la cubierta del faro. Para aplicar este tipo de productos, y dado el carácter abrasivo de los mismos, se aconseja utilizar guantes.
Una vez hayamos aplicado la pasta de pulido comprobaremos cómo el faro habrá recuperado gran parte de su brillo y transparencia. Para sellar este trabajo podemos utilizar algún barniz transparente en spray. La finalidad de este producto es lacar los faros y, así, hacer más duraderos los efectos beneficiosos del pulido.
A la hora de restaurar los faros de un coche hay que tener en cuenta que la operación debe realizarse sobre los dos faros. Si solo pulimos uno, seguiremos viendo mal al volante y, además, nos arriesgaremos a no pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). No hay que olvidar que los grupos ópticos de un vehículo trabajan en conjunto.
Tras realizar este proceso, nuestros faros habrán recuperado su operatividad, nuestro coche no tendrá problemas a la hora de pasar la ITV y, lo que es más importante, disfrutaremos de una iluminación que nos hará sentirnos seguros cuando conduzcamos con poca visibilidad.
¿Cuántas veces podemos restaurar los faros?
El pulido de los faros de un coche no es una operación de la que se deba abusar. Basada como se basa en el lijado de los mismos, es fácil de entender que en cada lijado desgastamos un poco la cubierta de la óptica. La recomendación más general es que este proceso de restauración de los faros de un coche solo se realice un máximo de dos o tres veces durante la vida del mismo.
Para prolongar los efectos beneficiosos del pulido de los faros debemos realizar un mantenimiento esencial. Evitar tanto los limpiadores fuertes como los túneles de lavado con rodillos son una buena manera de proteger las ópticas de nuestro coche. Guardarlos en un garaje o protegerlos con una funda exterior para coches, otra.
Esperamos que todos los consejos e indicaciones que te hemos dado te sirvan para mantener en perfecto estado los faros de tu coche.
