Bosques, valles, lagos, alguna que otra cascada, pequeños y encantadores pueblos rurales… todo eso puede encontrar quien visite el que sin duda es uno de los grandes atractivos turísticos de Alemania: la región de la Selva Negra.
La Selva Negra o Schwarzwald es un macizo montañoso de más de 6.000 km² que se encuentra ubicado en el estado de Baden-Wurtemberg, en el sudoeste del país.
Pese al nombre de la región, el verde es el color predominante en este maravilloso destino turístico en Alemania. Si se llama Negra es, se cree, porque así la vieron los romanos que llegaron a ella y que tuvieron que enfrentarse a la frondosidad de sus bosques.
Una buena manera de plantearse un viaje a esta región alemana es partir de una de sus dos ciudades más importantes. La una es Baden-Baden, esta ciudad está ubicada en el norte y es punto de referencia del turismo de lujo en Alemania con sus balnearios y su casino.
La otra ciudad es Friburgo y está ubicada en el sur. Un viaje así podría realizarse en tres o cuatro días, aunque nosotros aconsejamos reservar una semana entera para visitar una región en la que podemos encontrar un sinfín de atractivos y pueblos maravillosos como pueden ser Gengenbach, Triberg, Sankt Peter o Calw.
En Calw nació el Premio Nobel de Literatura Herman Hesse. Allí hay una casa-museo dedicada al autor de El lobo estepario, Siddhartha o Bajo las ruedas.
Lugares a visitar en Selva Negra
Friburgo es un excelente lugar en el que hospedarse antes de iniciar la visita de la región. En ella destacan sus calles empedradas y su ambiente joven y relajado. Su bella catedral posee impresionante torre gótica de casi 120 metros de altura.
Para recorrer la Selva Negra recomendamos el automóvil, aunque hay dos líneas de ferrocarril que pueden servir para atravesar esta bellísima región. Una de esas líneas parte del mismo Friburgo y recorre el Valle del Infierno y los Tres Lagos. La otra parte de Offenburg y posee estaciones en dos de los pueblos más bellos de la zona, Triberg y Gengenbach. Los amantes del senderismo y el cicloturismo, por su parte, encontrarán en esta región alemana un auténtico paraíso.
Entre los múltiples atractivos que puede encontrar todo aquel turista que visite esta bella región podemos destacar los pueblos de Sasbachwalden, Gegenbach, Seebach, Durbach o Triberg. También pueden destacarse el museo al aire libre de la Selva Negra o los monasterios de Sankt Trudpert o Sankt Peter.
Entre los encantos naturales de la zona destacaríamos el monte Belchen y el lago Titisee.
Gengenbach: un mágico pueblo de Selva Negra
Lo menos que puede decirse de este pueblo es que es un pueblo mágico. No en vano, Tim Burton, el famoso director norteamericano autor de obras como Eduardo Manostijeras, Sleepy Hollow o Sweeney Todd escogió Gengenbach como lugar en el que rodar los exteriores de su film Charlie y la fábrica de chocolate.
La arquitectura tradicional propia de la región se hace visible en este pueblo como en ningún otro. Pasear por sus calles es uno de esos placeres que nadie que se pregunte qué ver en la Selva Negra debería obviar.
Quien desee visitar esta famosa región alemana puede acercarse a Gengenbach y detenerse en la plaza de la fuente de los Bufones. Esta plaza es un fantástico lugar para saborear una ‘weissbier’ o cerveza de trigo o para probar una ‘flammkuchen’. La ‘flammkuchen’ es una especie de pizza que, sobre su fina masa, posee nata, cebolla y beicon.
Sankt Peter
Situado a poco más de 20 km de Friburgo, este bello pueblo alemán posee entre sus atractivos un monasterio benedictino del siglo XI. El paisaje que puede divisarse al recorrer la carretera que conduce a él es maravilloso. Una vez dentro del monasterio, el visitante podrá maravillarse con el espectacular altar principal y con las estatuas decoradas en oro que le acompañan.
Junto al monasterio de Sankt Peter el visitante que esté recorriendo la región puede encontrar una de las más famosas bibliotecas de Alemania.
Triberg
Triberg es el pueblo más famoso de la Selva Negra. Eso no quiere decir que sea el más bello, pero sí el que goza de una de las grandes atracciones de la región: las cataratas de Triberg. Estas bellas cataratas nacen del río Gutach y tienen una caída de 163 metros.
Para acceder a la zona en que se encuentran esta cascada hay que comprar un ticket. Eso permite divisar la belleza de esta bajada en 7 tramos.
En Triberg, el turista también puede encontrar alguno de los relojes de cuco más grandes del mundo. Los relojes de cuco de Triberg, de grandes que son, parecen casas.
Otro de los rincones que pueden visitarse en esta bella localidad alemana es el Museo de la Selva Negra. Este museo sirve para conocer mejor cómo han vivido, a lo largo de los siglos, los habitantes de esta región.
Si alguien desea probar la auténtica y famosa tarta Selva Negra, Triberg es el pueblo ideal para hacerlo. Este postre es una tarta de entre 25 y 30 cm de diámetro realizada con varias capas de bizcocho de chocolate empapado de kirsch e intercaladas con nata y mermelada de cereza y recubierta de crema chantillí, virutas de chocolate y cerezas.
Zonas naturales
Dentro de la belleza exuberante de la región hay varias zonas que los amantes de la naturaleza no pueden dejar de visitar. Una de esas zonas es el monte Belchen.
Este monte posee un funicular y está rodeado por el valle del Rin. En esta zona pueden contemplarse algunos de los paisajes más bonitos de la región. Desde él se divisan los Alpes.
La región se divide en tres zonas: la Alta Selva Negra, la Media Selva Negra y la Baja Selva Negra. En la Alta Selva Negra el turista podrá encontrar el mayor lago natural de la región. Con dos kilómetros de largo y 700 metros de anchura, el lago Titisee es un lugar ideal para bañarse, pescar o practicar deportes acuáticos en Alemania.