Porsche AG, la mítica marca automovilística de coches deportivos de lujo, es el resultado de un sueño compartido por un padre y un hijo. Hablar de los orígenes de Porsche es hablar de Ferdinand Porsche, un ingeniero nacido en septiembre de 1875 en Maffersdorf (Austria). El hijo fue conocido siempre como Ferry y nació en septiembre de 1909. A él se le otorgan los mayores méritos de que la marca haya llegado a ser lo que es hoy en día.

En este artículo vamos a explicaros los orígenes de la firma germana, de qué modo influyó en su futuro la Segunda Guerra Mundial y cuáles fueron los primeros modelos creados por la famosa marca de coches deportivos.

Orígenes de Porsche

Ferdinad Porsche, hijo de un ingeniero y empresario, fue un apasionado de la energía eléctrica. Tras trabajar en diversas empresas del sector eléctrico entró en la división automovilística de la empresa vienesa Jacob Hans Bonza Lohner. Era el año 1898 y desde ese momento su vida quedaba ligada al mundo del automóvil.

Dos años después presentaba el coche eléctrico Daimler-Porsche en la Exposición Universal de París. Este vehículo propulsado por cuatro motores eléctricos integrados en las ruedas del automóvil fue una de las grandes atracciones de dicha exposición.

Ferdinand Porsche

El ingeniero llegó a pilotar los mismos coches que él diseñaba y obtuvo algunas victorias al volante de los mismos. Durante varios años fue director técnico y director general de Austro-Daimler. En 1923, Mercedes Benz, otra de las grandes marcas del mundo del automóvil, decidió incorporar a Ferdinand a su plantilla en el puesto de director técnico.

Mercedes hizo un gran fichaje al fichar al ingeniero. Éste dejó su sello en tres míticos automóviles, el Mercedes Benz S, el SS y el SSK. El desarrollo de los motores con compresor de Mercedes y el trabajo desarrollado en la marca alemana le valieron a Porsche su nombramiento como doctor honoris causa en ingeniería por el Technische Hochschule de Stuttgart.

Nacimiento de la marca Porsche

El 25 de abril de 1931 Ferdinand creó su propia oficina de ingeniería y diseño en Stuttgart. Su objetivo era crear un automóvil que fuese al mismo tiempo un vehículo popular y de calidad. En 1934 presentó el “Estudio para la Construcción del Coche del Pueblo Alemán”. Ese coche del pueblo alemán debía ser un coche robusto, compacto y, sobre todo, de bajo coste.

El ingeniero austríaco consiguió su objetivo a medias tras firmar un contrato con la Asociación de la Industria del Automóvil del Reich Alemán. Ése fue el origen del primer prototipo Volkswagen, el V1.

Este coche antiguo se construyó sin frenos hidráulicos y era bastante estrecho. El objetivo era que el vehículo fuera barato y que pudiera circular por carreteras estrechas y por pistas rurales. En julio de 1935, Ferdinand Porsche presentó este modelo. Unos meses después hizo lo mismo con el V2, un descapotable.

Dos años después de la presentación del V1, en 1937, padre e hijo viajaron a Detroit. Detroit era la capital de la industria automovilística estadounidense. Su intención era conocer los sistemas de producción en serie empleados allí. De vuelta a Alemania, buscaron terrenos en los que instalar la primera fábrica de la marca Porsche.

Orígenes de Porsche

Porsche durante la Segunda Guerra Mundial

Padre e hijo diseñaron su primer deportivo en 1938. Basado en el Volkswagen, ese vehículo no llegó a fabricarse. ¿El motivo? El estallido de la Segunda Guerra Mundial.

El inicio del conflicto bélico impidió que el Volkswagen Tipo 1 se pudiera producir en masa. En 1940, Ferdinand lideró la fabricación de una versión militar de ese vehículo.

La Segunda Guerra Mundial supuso un impasse en los planes de Ferdinand. El gobierno alemán obligó a la empresa automovilística a reciclarse como empresa armamentística. La firma dejó entonces a un lado la producción de vehículos. Durante el conflicto diseñó diversos modelos de tanques, torretas, todoterrenos y vehículos militares anfibios.

El devenir de la guerra y los bombardeos aliados obligaron a trasladar las instalaciones de la empresa. Fue entonces cuando empezaron a fabricar maquinaria agrícola.

Tras la derrota de Alemania, Volkswagen fue ofrecida a Francia como parte de las reparaciones de guerra. La industria francesa se opuso al traslado.

Ferdinand, su hijo Ferry y su yerno Anton Piëch fueron encarcelados en Dijon, en un presidio medieval. ¿El delito? Haber utilizado mano de obra esclava mientras producía vehículos militares para los nazis.

Ferry fue puesto en poco tiempo en libertad, pero su padre y su cuñado permanecieron dos años en prisión. Durante todo ese tiempo, Ferdinand fue obligado a colaborar con Renault y a participar en los diseños de la marca francesa. Fruto de esa colaboración obligada fue el mítico 4CV.

Porsche 356: características y prestaciones

Ferry Porsche, que había sido responsable del departamento de investigación y desarrollo del proyecto Volkswagen, dio un paso adelante y se puso al frente de la compañía. O de lo que quedaba de ella.

Siguió fabricando maquinaria agrícola y atendiendo a diversos encargos de terceras marcas. Creó el coche Gran Premio Type 360 y el biplaza de motor central Type 370, un vehículo de doce cilindros y con un motor sobrealimentado de 1.5 litros adelantado a su tiempo y cuya fabricación le permitiría reunir el dinero necesario para pagar la fianza de su padre.

Porsche 356

En el verano de 1947, Ferry empezó a construir un biplaza con motor trasero y chasis de aluminio basado en el proyecto que su padre había iniciado en Volkswagen. De ahí nacería un Porsche clásico que forma parte de la historia de la marca.

Por fin, en febrero de 1948 vio la luz el que había de ser el primer Porsche: el Porsche 356, un vehículo con un motor con cuatro cilindros opuestos y una nueva caja de cambios. La suspensión, los muelles y la dirección eran de origen Volkswagen. Con un motor de 35 CV, el 356 desarrollaba una velocidad máxima de 135 km/h.

Montado sobre un chasis de aluminio en 1950 ya existían 52 unidades tanto del Porsche 356 Cabrio como de la versión coupé. Quien quiera contemplar este modelo puede hacerlo en el Museo Porsche de Stuttgart.

Un año antes, en 1949, la producción de los vehículos de la marca había vuelto a Stuttgart. Allí era donde Ferdinand había puesto en marcha su oficina de ingeniería y desde allí sería desde donde padre e hijo asombrarían al mundo con sus nuevas creaciones.