No importa que Frankfurt esté llena de rascacielos. El campanario de su catedral aún se divisa desde muchos puntos de la ciudad. No en vano, su altura ronda los 100 metros y eso la hace seguir siendo un punto de referencia en el syline de la ciudad. En este artículo vamos a conocer con mayor profundidad la historia y las características de la catedral de Frankfurt.
Consagrada a San Bartolomé, cuyo cráneo se encuentra, según los fieles y según la tradición, en el altar mayor del templo, esta catedral no es con exactitud una catedral, pues Frankfurt no tiene obispo ni es capital de obispado alguno.
Sí le cuadra mejor el calificativo de imperial (en muchos lugares aparece nombrada como Catedral Imperial de Frankfurt) ya que en ella fueron coronados un buen número de emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico entre el año 1356 y el 1792.
En ese sentido, este templo compitió con la Catedral de Aquisgrán, famosa por haber vivido entre sus muros la coronación del emperador Carlomagno. Fue el emperador Carlos IV, sin embargo, quien decidió que los emperadores fueran coronados en el templo de Frankfurt.
La Colegiata de San Bartolomé (pues también recibe este nombre) fue construida en el siglo XIII. Para alzarla se buscó un espacio que anteriormente había estado ocupado por una pequeña capilla de la época merovingia y se empleó como material una arenisca roja que ha servido, a lo largo de los siglos, para dar su particular aspecto a este templo.
Fuego y bombas en la catedral de Frankfurt
Que esta catedral haya sobrevivido al tiempo es fruto tanto de la fortuna como del empeño de los habitantes de Frankfurt de mantenerla en pie.
A lo largo de toda su historia ha sufrido incendios y bombardeos. El incendio más importante sufrido por este templo tuvo lugar en 1867. En dicho año, y debido a un incendio acaecido en el barrio, se quemó el techo y buena parte de su interior.
A la reconstrucción de la zona destruida debemos la presencia en la catedral de un buen número de los elementos neogóticos que se contemplan hoy en día.
El segundo momento crítico que a lo largo de su historia vivió la catedral de San Bartolomé en Frankfurt fue durante la Segunda Guerra Mundial. El 22 de marzo de 1944, concretamente, una lluvia de fuego cayó sobre la ciudad.
Los aliados, prestos a ganar la contienda y viendo que se acercaba el final de la misma, bombardearon Frankfurt con la misma saña con la que habían bombardeado o bombardearían otras ciudades alemanas tras su desembarco en las playas de Normandía.
A consecuencias de este bombardeo, el interior de la catedral quedó completamente destruido. Milagrosamente, al igual que había sucedido en el incendio de 1867 y al igual que sucedería en ciudades como Dresde o Colonia con sus respectivas catedrales, se salvó su estructura.
El interior fue reconstruido en la década de los cincuenta y es esa reconstrucción la que nos permite, hoy, gozar de él.
La visita a la Catedral de San Bartolomé
La relación de este templo con lo bélico parece muy estrecha. Basta pasear por el interior del mismo para darse cuenta de ello. En él, el visitante puede hallar una muy nutrida colección de banderas.
Todas las banderas expuestas en el templo proceden de batallas libradas por las tropas alemanas a lo largo de su historia. Los creyentes de Frankfurt utilizan esas banderas para dar gracias a San Bartolomé por la victoria en esas batallas.
En la parte derecha del coro el visitante encontrará uno de los lugares más emblemáticos del templo y más cargado de historia. Es ahí donde se emplaza la Whalkapelle o capilla de elección. Es en ese espacio, no demasiado llamativo artísticamente, donde los electores alemanes decidían quién había de ser el futuro emperador.
El campanario de la Catedral de Frankfurt mide exactamente 96 metros de altura. Subir a él permite gozar de unas excelentes e incomparables vistas de la ciudad. En este campanario, el visitante podrá contemplar “La Gloriosa”. “La Gloriosa”, forjada en la ciudad de Dresde en 1877, es la segunda campana más grande de Alemania después de la que se encuentra en el campanario de la Catedral de Colonia.
Museo de la catedral
El Museo de la Catedral de San Bartolomé fue inaugurado en 1987 y se emplaza en el claustro de la misma. Recorrer al museo permite conocer la agitada y, en ocasiones, dramática historia de esta iglesia de Frankfurt.
Entre las piezas más destacadas de este museo catedralicio podemos citar algunos de los hallazgos encontrados en una tumba infantil del siglo VII, así como vestimentas litúrgicas, artículos de altar (cálices, custodias, etc.) de oro y plata, y algunos relicarios.
La colección permanente de este museo se ve enriquecida por la realización cíclica de diversas exposiciones temporales sobre la historia del templo y sobre arte contemporáneo. Su colección se ve completada, así mismo, por los tesoros de las colegiatas de St. Leonhard y Liebfrauen. Estos tesoros están recogidos en la sacristía de la casa parroquial, cercana a la catedral.
Catedral de Frankfurt: horario
El horario de visita de la Catedral de San Bartolomé es el siguiente: de Lunes a Domingo de 8:00 a 20:00.
De Miércoles a Domingo, a las 15 horas, se organiza un tour guiado por el templo.
Quien desee visitar la Kaiserdom de Frankurt (o Catedral del Imperio) podrá hacerlo de forma gratuita. Eso sí: deberá pagar tanto para subir al campanario como para visitar el museo catedralicio.