¿Es más fácil ligar con un coche que con otro? A bote pronto, casi todos contestamos que sí. ¿Pero hasta qué punto eso es cierto? ¿Hay estudios que demuestran, por ejemplo, que es más fácil ligar con un deportivo que con un utilitario? Vamos a verlo en este artículo.
En él hablaremos de la erótica de determinados autos, de hasta qué punto un vehículo puede servir para proyectar una determinada idea de estatus y de cómo la combinación de esos factores hace posible que, en muchas circunstancias, sea más sencillo ligar cuando se conduce un deportivo (y más si es de lujo) que cuando se conduce otro tipo de vehículo.
Ligar con un coche: la erótica de los deportivos
Siempre se ha hablado de la erótica de determinados modelos o tipos de automóvil. Los automóviles deportivos han figurado siempre en el listado de los coches que, en el imaginario popular, ayudan a ligar. ¿Por qué?
En primer lugar porque hay una idea que siempre va enlazada a la imagen de un automóvil de estas características y esa idea es la de vitalidad. Y lo vital siempre resulta atractivo.
Otra idea que no podemos separar del concepto coches deportivos es la de velocidad. Un automóvil de estas características está hecho para correr. Y para correr lo más rápidamente posible. Una cosa es lo que diga la DGT y otra lo que nos pide el cuerpo cuando se está al volante de una máquina de estas características.
Estar al volante de un coche deportivo de lujo y pisar su acelerador intentado explotar al máximo sus prestaciones es algo así como devorar la vida a marchas forzadas y entregarse a la aventura de la velocidad.
A la hora de analizar hasta qué punto se liga más con un deportivo no hay que olvidar que las personas que transmiten una imagen aventurera acostumbran a resultar atractivas. Así, quien corre con un coche de alta gama transmite esa imagen y resulta, en el fondo, un persona sexi.
Un coche deportivo de lujo, símbolo de estatus
Otra idea a tener en cuenta cuando se analiza hasta qué punto sirve un coche para ligar es la idea de estatus.
La RAE define el estatus como “la posición que una persona ocupa en la sociedad o dentro de un grupo social”. Cuando se habla de estatus social se habla de la deferencia o el respeto que se otorga a una persona, un grupo o una organización.
Tener un coche deportivo de lujo otorga un cierto estatus a su propietario. Y es que no todas las personas tienen la capacidad económica suficiente como para adquirir un auto.
Sin duda, no todo el mundo puede embarcarse en la compra de un automóvil de lujo. Por menos de 50.000 euros no podemos encontrar vehículos de este tipo. Y al hablar de ese precio no estamos hablando, ni mucho menos, de un Ferrari ni de un Lamborghini. Estamos hablando de automóviles descapotables de marcas automovilísticas premium como BMW, Audi o Mercedes Benz.
Quien adquiere un vehículo de gama alta lanza un mensaje al exterior. Y ese mensaje es el de haber alcanzado un cierto nivel económico. O sea: el de gozar de una buena situación social y sobresalir por encima de la media. Y eso, nadie puede negarlo, genera su atractivo o, cuanto menos, favorece el que se llame la atención.
¿En qué momento vital de la vida de un hombre suelen emplearse los coches de lujo para exhibir el estatus social alcanzado? Por regla general, cuando se llega a eso que llamamos “mediana edad”. ¿Por qué? Porque ése es el momento en el que la mayoría de las personas consideran que deben empezar a mostrar al exterior lo que se ha conseguido en la vida.
Las marcas automovilísticas tienen este fenómeno muy estudiado. Firmas como General Motors o Cadillac diseñan sus productos y elaboran sus campañas publicitarias en base a ese lazo que se forma entre los automóviles de lujo y la idea de estatus.
Hasta ahora se había explotado hasta la saciedad la idea publicitaria de plasmar mujeres seducidas por hombres triunfadores que se les aparecen al volante de un deportivo. Aunque esta imagen pervive, otra se va imponiendo poco a poco: la de la mujer empoderada y activa a la que le gusta conducir un automóvil así. La de la mujer, en definitiva, que desea transmitir también una imagen sexi, aventurera y de estatus por encima de la media.
¿Se liga más con un deportivo?
Creemos que llegados a este punto de nuestro artículo podemos dar ya una respuesta concluyente a esta pregunta y la respuesta es “Sí”.
En los dos apartados anteriores hemos expuesto una serie de argumentos que servirían para justificar esa respuesta. En este último apartado de nuestro artículo vamos a hacer hincapié en tres factores que, derivándose de los anteriores, explicarían por qué es más fácil ligar con un coche deportivo.
Esos tres factores son: autoestima, pasión y exclusividad.
¿Qué mejor modo de mejorar la autoestima que alcanzar un determinado estatus y proyectar una imagen aventurera? Quien posee un deportivo de lujo siente cómo su autoestima se incrementa y ése es un factor decisivo a la hora de seducir a los demás.
La idea de pasión va relacionada directamente con la de aventura. El aventurero es, por definición, un hombre que se apasiona, un hombre apasionado. Eso, proyectado hacia el exterior, aumenta el sex-appeal de un hombre.
Todo lo señalado hasta ahora se resume finalmente en una palabra definitiva: exclusividad. Y lo exclusivo, no hace falta recalcarlo, es llamativo, envidiado y, ¿por qué no?, sexi.
Todo eso está un poco más al alcance de la mano de todas aquellas personas que se deciden a importar un coche de Alemania. Ésa es una buena manera de comprar un coche deportivo de segunda mano a un precio excepcional. Al volante de él, seguro que es más fácil ligar.