Las grandes marcas no suelen aparecer de la nada. En la mayoría de los casos, las grandes marcas son fruto de la profesionalidad y el tesón de una persona o de un equipo de personas. En el caso de la marca de automoción alemana Opel, su nacimiento es debido única y exclusivamente al empeño de quien había de convertir su apellido en una de las marcas más conocidas del sector automovilístico: Adam Opel.
Nacido en 1837 en Rüsselsheim, Adam se formó como aprendiz en la fabricación de candados. Un viaje por varios países europeos le permitió conocer en profundidad la que sería una de las grandes pasiones de su vida: las máquinas de coser.
Opel, fabricante de máquinas de coser y bicicletas
De regreso a su país, Adam fundó en 1863 una empresa especializada en la fabricación de máquinas de coser. Al empresario le bastaron cinco años para verse en la necesidad de estrenar nuevas instalaciones para su fábrica de máquinas de coser.
Más allá de su valía como fabricante, la historia habla de un empresario avanzado en la mejora de las condiciones laborales de sus trabajadores. No en vano, él fue el primer empresario alemán en establecer un seguro sanitario para los trabajadores de su empresa.
Inquieto por naturaleza, Adam decidió dar un nuevo giro a su negocio y abrir en él una nueva actividad: la fabricación de bicicletas. No era el primero en dar ese paso (otras empresas lo habían hecho antes que él) pero sí fue el que consiguió un mayor éxito al darlo.
A finales de la década de los ochenta del siglo XIX, Opel se convirtió en el más grande fabricante de bicicletas del mundo.
Fabricación de automóviles
La muerte de Adam en 1895 no supuso, ni mucho menos, el fin de sus sueños. Sus cinco hijos, dignos herederos de él, no se arredraron ante la caída de las ventas de bicicletas. Al contrario: siguiendo el ejemplo paterno y olvidando su reticencia ante un medio de transporte, el automóvil, que había hecho disminuir la importancia de las bicicletas, decidieron dar un nuevo giro a la empresa. Y ese giro, que seguía el signo de los tiempos, los llevó a la fabricación de automóviles.
Para introducirse en el negocio automovilístico, la familia compró en 1897 la que en aquel momento era una de las empresas pioneras de la ingeniería de la automoción, la Anhaltische Motorwagenfabrik.
Un par de años después, Opel firmó un contrato con Fiedrich Lutzmann de Dessau. Este ingeniero y fabricante fue, junto a Carl Benz y Gottlieb Daimler, uno de los cuatro primeros expositores que expusieron sus vehículos de turismo en el Primer Salón Internacional del Automóvil.
Con la colaboración de Lutzmann de Dessau, que era proveedor de vehículos de la corte del Kaiser Guillermo II, la marca alemana inició la producción de vehículos en Rüsselsheim, la ciudad natal del creador de la firma.
El primer vehículo diseñado y fabricado por la firma fue el que se conoce como “Vehículo a Motor Patentado Opel, Sistema Lutzmann”.
Primeros coches Opel
Este primer vehículo de la marca no gozó del éxito esperado. Esto, sin embargo, no desilusionó a la familia. Sí supuso, sin embargo, la ruptura del contrato con Lutzmann.
Decididos a seguir participando en el negocio de la automoción, los Opel cambiaron a Lutzmann por Alexandre Darracq. Darracq, natural de Burdeos (Francia), había sido, como ellos, fabricante de bicicletas. Y, también como ellos, había decidido dar el salto al negocio de la automoción.
La entrada de Darracq en el negocio de la automoción había sido exitosa. De hecho, llegó a fabricar una décima parte de los vehículos que se fabricaban en Francia.
La firma del contrato con Alexandre Darracq tenía un fin: importar sus vehículos a Alemania e importar, también, vehículos Renault. Finalmente, la firma alemana se ganó el derecho de fabricar, bajo licencia, los Darracq en Alemania.
En 1902, Opel empezó a utilizar sus carrocerías para equipar los chasis Darracq. Estos primeros vehículos fruto de la colaboración entre las dos empresas recibían el nombre de Opel-Darracq. Por esta época, también, los herederos de Adam empezaron a fabricar su primera motocicleta.
El coche del Doctor
El primer vehículo completamente Opel salió al mercado en el otoño de 1902. Ese vehículo, el 10/12 HP, tenía un motor bicilíndrico de 1,9 litros y 10/12 CV. Un año después vio la luz el modelo 20/22 CV, que llevaba un motor de la casa de cuatro cilindros.
El crecimiento de la marca se hizo imparable desde ese momento. Tras la apertura de una sucursal en Berlín en 1906, la firma ganó el Premio del Emperador al mejor coche alemán en la Carrera del Premio del Kaiser.
La fabricación, en 1909, del Opel 4/8 HP, llamado el “coche del Doctor” por su robustez y fiabilidad, supuso el paso decisivo de la marca hacia la producción de vehículos destinados a un público mayoritario. Las décadas de los diez y los veinte iba a resultar decisiva para la marca. Años después, modelos como el Opel Corsa o el Opel Kadett se convertirían en auténticos clásicos.